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16 de abril 2014
LA LEGISLATURA TRATA LEY SOBRE "CUIDACOCHES"
Organizaciones mafiosas o actividades de mera subsistencia
Escribe: Diego H. Kaul
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El debate en la ciudad sobre los cuidacoches o más conocidos "trapitos" se traslada a la Legislatura; el oficialismo porteño presentó un proyecto de ley para prohibir a los cuidacoches y limpiavidrios; iniciativa calificada por la oposición como un intento de "criminalización" a quienes desarrollan esas actividades en la vía pública.
Hay posturas bien encontradas sobre el tema; están los que no los quieren y se ven obligados a pagar una suma de dinero para estacionar el auto en un lugar publico y gratuito por temor a que le rompan el auto y los que ven esta actividad como una especie de rebusque, realizada por personas que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad social.

El proyecto busca modificar el Artículo 52 del Código Contravencional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Así "quien intimide u hostigue de modo amenazante o maltrate físicamente a otro, siempre que el hecho no constituya delito, será sancionado con 5 a 20 días de arresto". Además pretende que la resolución de las causas sea más rápida y menos burocrática y lograr que ante un caso flagrante de contravención se llegue a una resolución efectiva en un plazo no mayor a las 48 hs.
La iniciativa es encabezada por el Vicepresidente Primero de la Legislatura, Cristian Ritondo y el diputado Roberto Quattromano (PRO), dice en uno de sus párrafos: "quien ofrece de manera directa o indirecta el servicio de cuidacoches, limpiavidrios u otro tipo de servicios no requeridos a conductores de cualquier tipo de automotor en la vía pública sin autorización legal, será sancionado 1 a 5 días de arresto o multa de doscientos 200 a 2000 pesos. Cuando exista previa coordinación, la sanción se eleva al doble para quienes de cualquier modo participen en la misma. La sanción se eleva al triple para los organizadores o jefes de la organización".
Ritondo expresó que "con esta ley queremos darles a los vecinos, mayor seguridad jurídica, agilizando los procedimientos de modo que quien cometió una contravención flagrante reciba una condena rápida sin detrimento alguno de sus derechos constitucionales de debido proceso legal y defensa. Esto permitiría terminar con la puerta giratoria y los plazos interminables para dictar sentencia".
El diputado Roberto Quattromano (PRO), coautor de la iniciativa, señaló "Desde nuestro espacio vamos a seguir insistiendo para que podamos dejar el auto en cualquier lugar que este habilitado y no tengamos que estar pensando que nuestro vehículo corre riesgo si no se le paga a estas organizaciones mafiosas".

Por su parte las diputadas Gabriela Alegre y Claudia Neira de la oposición llevan a delante una iniciativa distinta que establece la creación de un "Registro de Cuidadores de Vehículos", que funcionaría bajo el ámbito de la Subsecretaría de Uso del Espacio Público, del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad.
La presidenta del Bloque del Frente para la Victoria, Gabriela Alegre, sostuvo que "la política represiva, que persigue a los cuidacoches, discrimina y estigmatiza a gran parte de ellos, quienes ejercen una actividad de mera subsistencia".
La diputada Neira, quién actualmente se desempeña como Vicepresidenta de la Comisión de Seguridad de la Legislatura Porteña, expresó que "el Pro plantea prohibir los trapitos porque le resulta más fácil que intervenir desde el Estado para ordenar y controlar estas actividades." Y agregó que "prohibir no es solución: quienes quieren delinquir y lo hacen a través de estas actividades se irían a buscar otra actividad que les permita robar. En cambio, los que pagarán el costo son las personas que encuentran en esta actividad un rebusque de subsistencia."

No es la primera vez que el PRO quiere penas y multas para trapitos. Ya presentó tres versiones de esta ley: en 2010, en 2012 y en 2013. Esta vez, a diferencia de las anteriores, dispuso que el proyecto pase primero por las comisiones de Justicia y Asuntos Constitucionales, dos pasos que le demorarían más tiempo pero que le permitirían una jugada a su favor: así solo necesitaría 31 votos para aprobarlo. Sobre tablas, como en las intenciones anteriores, necesitaba 40 y nunca los consiguió. Ahora tienen mayoría en las dos comisiones y confían en que solo necesitarán tres votos de la oposición (tienen 28 diputados sobre 60) para convertir el borrador en ley.
Pero desde el Frente para la Victoria ya respondieron y volvieron a negarle el apoyo, además, presentaron otra iniciativa.