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28 de julio 2014
LA EMERGENCIA DE UN NUEVO ORDEN INTERNACIONAL
Buenos negocios
Escribe: Ruth Arevalo
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En la ciudad de Buenos Aires la presidenta recibió la visita de dos de los principales líderes del mundo.

Durante el mes de Julio, las relaciones internacionales argentinas con las potencias emergentes a nivel mundial tomaron recobrada fuerza. En ocasión de la organización de la sexta cumbre de países BRICS (acrónimo de los países que conforman el bloque: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en la ciudad de Fortaleza, Brasil, nuestro país recibió la visita de los presidentes de dos países con roles estratégicos claves en la nueva configuración del orden económico internacional.
En los últimos 20 años los países emergentes han expandido sus economías a tasas considerablemente superiores a la que lo hicieron los países centrales, economías tradicionalmente hegemónicas en el escenario internacional (Estados Unidos y Europa predominantemente). En particular, los países que conforman el bloque BRICS han ganado peso relativo en la participación del PBI mundial, creciendo anualmente a tasas promedio del 8% entre 2003 y 2013, significativamente superiores al promedio mundial del 4% y del 2% de las economías desarrolladas. Este último aspecto toma especial relevancia al tomar en cuenta las políticas económicas "de ajuste" adoptadas por los países centrales con el fin de paliar la crisis internacional iniciada en 2008.
El rol que busca jugar este bloque radica en ganar espacios de influencia, estableciendo posiciones alternativas a las predominantes a nivel mundial; en materia económica, aquellas establecidas por organismos internacionales como el FMI o el Banco Mundial, a través de la influencia ejercida por las potencias desarrolladas, bajo una línea de pensamiento neoliberal. En este sentido, los BRICS impulsan una mirada heterodoxa de la economía, reivindicando la presencia del Estado, en detrimento del mercado como impulsor automático del desarrollo.
En este contexto, la invitación a los miembros de la UNASUR a participar de la cumbre de los BRICS, demuestra la coincidencia entre ambas regiones de establecer un sistema multipolar, con condiciones de acceso favorable al crédito internacional para el desarrollo productivo inclusivo de los países.
Durante el encuentro fueron abordados temas como la creación del nuevo Banco de Desarrollo del BRICS, el cual contará con capital por 100 mil millones de dólares, se dialogó sobre las opciones para el desarrollo que tienen los países emergentes, y establecieron la necesidad de un nuevo ordenamiento financiero global.
Días antes de dicho encuentro, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió con su par ruso Vladimir Putín, en cuyo encuentro se firmaron acuerdos bilaterales en materia energética y de infraestructura. Estos acuerdos responden al creciente interés de las corporaciones de dicho país por invertir en la Argentina, fundamentalmente en el sector energético. Su foco está puesto en la construcción de centrales hidroeléctricas, reactores nucleares y la posibilidad de sumarse a explotar Vaca Muerta en Mendoza.
Al regreso de la visita a la ciudad de Fortaleza, la Presidenta mantuvo encuentros de alto nivel con el presidente chino Xi Jinping, y funcionarios y empresarios chinos, con los cuales se elevó la relación bilateral al nivel de Asociación Estratégica Integral (status que mantiene con otros países como: Venezuela, México, Perú, Indonesia, Malasia y la Unión Europea, entre otros). La relación comercial entre ambos países se ha ido afianzando en los últimos años, llegando a convertirse el gigante asiático en el segundo socio comercial de nuestro país, alcanzando un intercambio superior a los 14 mil millones de dólares.
Se firmaron acuerdos por más de 7 mil millones de dólares en materia de infraestructura y telecomunicaciones, incluyendo las represas hidroeléctricas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner, y la revitalización del ramal Belgrano Cargas; en materia de inversión productiva en bienes con potencial exportador; acuerdos de cooperación en materia energética, científica y cultural; y se firmó un convenio en materia financiera, estableciendo un swap de monedas (intercambio de pesos y yuanes entre los respectivos Bancos Centrales) por once mil millones de dólares para resguardar al sector financiero externo.
El mes de julio, por lo pronto, dejó un saldo alentador. Inversiones entrantes de capitales chinos y rusos que favorecerán el entramado productivo local y contribuirán en el desarrollo por alcanzar una soberanía energética nacional. Los resultados económicos de estos convenios serán evaluados en el futuro, sin embargo, es innegable la importancia de estrechar los lazos con los países que conformarán las potencias mundiales en los próximos años.