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25 de Septiembre 2017
EL VECINO DE LA PATERNAL NO PUEDE COMPETIR
Le robaron la silla de ruedas al atleta Martín Sharples
Escribe: Dafne Strobino Niedermaier
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A Martín Sharples, atleta y vecino de La Paternal, le robaron de su camioneta la silla de ruedas que usa para competir en maratones.

El domingo 17 de septiembre le robaron la silla de ruedas al atleta discapacitado Martín Sharples, de su camioneta Kangoo estacionada en la puerta de su casa, ubicada en Juan Agustín García y Av. San Martín, cuando se dirigía a la localidad de Caseros a participar de una carrera.
En 1993 Martín sufrió un terrible accidente y como consecuencia le amputaron la pierna izquierda, él es maratonista y adquirió en EE.UU. una silla de ruedas especial para poder correr. “La silla es para uso deportivo, está homologada y sin ella no puedo participar”, describe.
“Esperemos que aparezca para poder seguir participando de las carreras de calle. La silla es muy específica, es rígida, tiene dos ruedas grandes atrás y una chica adelante, es muy difícil de transportar, no entra en un auto común, no sé cómo se la llevaron, caminando o en una camioneta”, explica Sharples.
“En estos días tuve muestras de solidaridad, me ha llamado Ortega Desio, un jugador de Los Pumas, preguntando en qué podía ayudar. Mis compañeros están tratando de prestarme alguna silla porque el 15 de octubre está la Maratón de la Ciudad de Buenos Aires que estoy inscripto y quiero participar”, continúa el atleta de La Paternal.
Martín Sharples tiene 50 años y lleva más de la mitad de su vida haciendo deporte, de adolescente jugaba al rugby, pero en 1993 perdió su pierna izquierda en un accidente de moto. Martín no se rindió nunca y así consiguió una prótesis adecuada a sus necesidades deportivas. “Me dejaron un muñón considerable, para tener mayor apoyo en la prótesis. Siempre supe que iba a seguir haciendo deporte, aun en las condiciones en la que me encontraba. Las ganas y mi positivismo me ayudaron a seguir adelante, a pesar de que los médicos no creían que volvería a correr”, cuenta el corredor a Nuestro Barrio.
Sharples es un comprometido deportista que lucha por la igualdad y equivalencia con los corredores convencionales.
“Pero la prótesis me traía problemas físicos que me impedían correr distancias largas, era una prótesis diseñada para velocidad y no para fondo. Me despedí en esa categoría y comencé en silla de ruedas. Antes de esto, era el único corredor con prótesis en el país. No había categoría para mí, en Argentina hay silla de ruedas y no videntes”, recuerda Martín.
“Mi primera carrera con prótesis fue el 27 de agosto de 1995, corría muy mal porque era la prótesis que usaba para caminar, corría a los saltos porque no tenía una rodilla que me diera impulso, era una rodilla muy simple. Fue en el Hipódromo de San Isidro en una carrera que era participativa de 10 kilómetros, yo corrí 5. Fue un día de lluvia, cubierto de barro. Lo recuerdo como un logro. Era tanta la adrenalina que todos los domingos corría. Cuando conseguí la prótesis de alto rendimiento, mejoré los tiempos y pude participar más dignamente”, concluye el maratonista.