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5 de Septiembre 2017
CON EL BICHO DE VUELTA EN PRIMERA
El “Rincón del Vitalicio”, un espacio donde se juntan a tomar mate, hablar de fútbol y del club
Escribe: Jerónimo Linares
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Todas las puertas interiores del Estadio Diego Armando Maradona son rojas. Bajo la tribuna de Gavilán, una es especial. Es la entrada al “Rincón del Vitalicio”, un espacio de encuentro decorado con posters, fotos y banderines de Argentinos que llenan las paredes. Una de las últimas incorporaciones es una foto de Ricardo Pellerano, dedicada, firmada y entregada a los vitalicios por el ex jugador. Es en blanco y negro, y muestra a Pellerano en el equipo de 1976 que ganó un cuadrangular en Chile, el primer campeonato internacional de Argentinos. Con el Bicho de vuelta en Primera, charlamos con Luis Bodson y Mario Masciotra, vitalicios del club.

Este año, Mario cumplió 70 años de socio, es afiliado desde los 7. Luis, de 87 años, dice haber perdido la cuenta. Ellos y otros hinchas eternos se reunen todos los sábados en la cancha, bajo la tribuna de Gavilán. Están contentos por el ascenso de Argentinos a Primera, no es la primera vez que ven la historia repetirse.

El rincón tiene una mesa grande y sillas. Todos los sábados desde las 10 hs., los vitalicios se juntan a tomar mate, hablar de fútbol y del club. Realizan homenajes y actividades sociales. “Hicimos un evento en Resurgimiento con cantores de tango. La entrada era un paquete de pañales. Todo lo que juntamos lo llevamos a la Casa Cuna”, ejemplifica Mario. Invitan a jugadores y técnicos que hayan pasado por el club para hacerles homenajes y reconocimientos. “Hacemos todo a pulmón”, explica Mario, a lo que Luis agrega: “La dirigencia del club no nos da nada y nosotros tampoco pedimos”. En junio lograron ser reconocidos por la AFA en la Comisión Interclubes Vitalicios, con Argentinos Juniors como miembro fundador.

Mario cuenta: “Todos los días llamamos a los vitalicios que cumplen años, a fin de mes, entre todos los que cumplieron años hacemos el sorteo de un medallón”. “Es una atención, una conexión con los hinchas”, agrega Luis. El porcentaje de participación de los vitalicios en las actividades del club es reducido. Mario tiene acceso al padrón de vitalicios, calcula que hay 1.100. “Tengo bien ubicados cerca de 800”, explica, y agrega: “Cada vez que llamo por teléfono actualizo la información del vitalicio y una vez por mes mando una planilla a la Secretaría de socios del club”. Cuenta que realizó una invitación por mail a más de 190 socios, solo 5 respondieron. “Ni gracias dijeron”, acota Luis. “Esto es algo que se da en todos los clubes”, cuenta Mario.
A pesar del esquemático juego de Heinze, el multicampeón de los ochenta, los “Globertrotter”, “Los bichitos colorados”, para Mario el mejor Argentinos que vio fue el del primer ascenso a primera, el equipo de 1955.
En cada partido de Argentinos, Mario se encarga de realizar la planilla con los nombres de los jugadores de los dos equipos. El documento con la firma de los futbolistas es entregado al árbitro que anota el resultado y los amonestados, finalmente se entrega en la AFA. También lleva la lista de las pruebas de dopaje. Este año no hubo pruebas en la B, Mario explica: “Desde hace dos años Argentina y Brasil perdieron la capacidad de hacer pruebas de dopaje. Las muestras se mandan a Colombia o México, el proceso de cada frasco cuesta 400 dólares”.

Argentinos Juniors debe 93 millones de pesos a la AFA. Respecto a la situación económica del club, Luis es pesimista: “Los clubes chicos están condenados”. “Ahora mucha gente vive del fútbol”, explica Mario. “Antes a la cancha salían once jugadores, el técnico y el aguatero. Ahora salen los suplentes, un médico, preparador físico, asistentes de campo y kinesiólogo. Son los autorizados a entrar en el campo de juego. Pero detrás hay terapeutas, podólogos, psicólogos y todo eso sale del fútbol. Ahora hay un cuarto árbitro y en algunos partidos meten dos más”. Luis agrega: “Sólo por abrir la cancha Argentinos gasta 100 mil pesos por partido”. Mario continúa: “Hay que tener un grupo electrógeno y una ambulancia para que te habilite la Ciudad al abrir la cancha. Esto podría pagarse si hubiera visitante. Pero a los equipos grandes no les conviene porque les faltan lugares para sus propios hinchas”.
Luis explica: “Argentinos Juniors tiene 270 empleados, entre Malvinas, la cancha y el predio de Bajo Flores. Son casi tres millones de pesos en sueldos” “Es un tema complicado”, acota Mario, y agrega: “los 270 empleados no se ven, en el club no te lo dicen. Los barrabravas son el gran problema del fútbol. El club tiene muchos problemas y la situación es muy dura”.