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24 de Octubre 2020
RECURDOS: COPA "LIBERTADORES DE AMERICA DE 1985"
"35" ¡Siete lustros que dan lustre!
Escribe: Angel Kandel
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Si en Argentinos Juniors debemos recordar un momento en especial es la tarde de ese domingo 24 de octubre de 1985.
La ciudad mantenía su ritmo cotidiano pero en el porteño barrio de La Paternal era distinto. Estaba extrapolada la realidad, su realidad, nuestra realidad era distinta a la de los otros "noventa y nueve barrios porteños".
Había un clima que era una mezcla de tenso nerviosismo y sosegada esperanza.
Es que Argentinos Juniors, el club del barrio, la Asociación Atlética Argentinos Juniors, los Bichos de La Paternal jugaban su partido con el Atlético de Cali y el ganador llevaría a sus vitrinas la ansiada Copa Libertadores de América.
Ya habían quedado en el camino, en las distintas fases en las que los Bichos Colorados salieron airosos, Ferrocarril Oeste, Fluminense, Vasco da Gama, Independiente, Blooming y ahora era la final con los colombianos.
Ya habían jugado el 17 de octubre en River, donde Argentinos ofició de local, y había ganado Argentinos por 1 a 0 con gol de Commiso. La revancha fue en el Estadio Pascual Guerrero el 22 de octubre donde se impuso por el mismo marcador el team colombiano con gol de Willington Ortiz.
Ahora, esa misma tarde, se jugaba el desempate en Asunción del Paraguay en el Estadio Defensores del Chaco.
Se sabía que hubo problemas en Cali pues los dirigentes del América pretendían que nuestra delegación volviese en avión a Buenos Aires para de aquí volar a Asunción y como la final se jugaba cuarenta y ocho horas después los jugadores del Bicho tendrían un cansancio que los colombianos no lo tendrían dado que ellos ya tenían los pasajes para volar de inmediato a Asunción.
Hubo reuniones, discusiones, adelantos y retrocesos y debió intervenir Teófilo Salinas, Presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol para que se llegase a un acuerdo del cual se resolvió que las dos delegaciones viajarían juntas a Asunción.
El grupo humano de los "Criollos" era compacto, homogéneo, de muy buena relación para lo que el Doctor Avanzi contribuía con su don de gentes para zanjar la mínima diferencia que pudiese surgir en cualquier grupo que convive durante largas jornadas y con el nerviosismo que todo ese torneo conllevaba.
Una buena mezcla de jugadores jóvenes con otros que ya tenían experiencia conformó un muy buen equipo, tanto que hasta hoy se los recuerda, se los festeja y se los agasaja.
Y a la hora del partido siguieron las provocaciones contra los gladiadores de los Bichos dado que al arco defendido por Vidallé caían petardos y hubo que poner orden pero los nervios jugaban su parte.
Se jugó, se luchó, se patearon penales y la calma del "Panza" Videla fue la que hizo desatar la algarabía de jugadores e hinchas que habían viajado a Paraguay como aquí en Buenos Aires, en La Paternal, donde la gente que siguió el partido por televisión se volcó a las calles llegándose en número muy importante a la vieja cancha de tablones de madera entrando por el portón sito en Juan Agustín García y Boyacá y ubicándose con sus cánticos en las tribunas o directamente entrando al campo de juego donde no pocos se revolcaron en el escenario de tantos partidos y hasta uno, Pablo a quien reconocí, arrancó un poco de césped y se lo comió. Al preguntarle el porqué me respondió "es en homenaje a mi Abuelito que ya no está y él me hizo hincha pero nunca pudo vivir un momento así".
Pensar que los que peinamos canas, o tenemos una calva brillante, los "Pibes de Antaño", muchos de los cuales reviven esto los sábados por la mañana cuando se reúnen en "El Rincón del Vitalicio", lo recordamos y si pensamos que la palabra "recordar" proviene del latín "recordis" que significa "volver a pasar por el corazón", sólo nos queda decir que es en el corazón en donde quedó este día especial, tan especial que se lo instituyó como "Día del Hincha en la A.A.A.J.".
Treinta y cinco años, siete lustros que dan lustre a la Institución y al fútbol argentino y por qué no al fútbol todo porque ese equipo fue una muestra acabada del juego sutil, del buen trato a la pelota, del juego limpio porque no confundieron juego con fuego ni con lucha.
Argentinos Juniors desde siempre fue y es ejemplo acabado de ese jugar al pie y tanto jugadores como simpatizantes disfrutan desde siempre ese "¡Ole!" con que se festejaba una improvisación de Diego, una "rabona" de Borghi, un toque justo de Piscu.
En eso abrevan los hinchas de los Bichitos Colorados de La Paternal.
Un club de los llamados "chicos", un cuadro de barrio, había dejado en el camino a todos los que enfrentó, nacionales y del exterior y se hizo acreedor del máximo galardón que hoy luce en el Museo, en su Museo, en el Templo del Fútbol.
Era un lujo ver a ese equipo.
Domingo tras domingo íbamos a cantar por ellos y eran verdaderas misas laicas las congregaciones para los partidos y que hizo eclosión cuando aproximadamente un mes antes, en el estadio de River, en un partido frente a Vélez Sarsfield, se consagró Campeón Nacional.
Ya en esa "procesión" desde el estadio hasta las Barrancas de Belgrano, donde la mayoría íbamos a tomar los medios de locomoción para volver al barrio, era consenso que "la Libertadores" era nuestra.
Era la primera vez que llegaba a esas instancias y con un equipo tan "especial", tanto en su juego como en la seriedad de sus componentes.
Pero, siempre el desconcertante pero, había uno de ellos que sobresalía por su humor, su "buena onda", su simpatía, era el animador de las reuniones y concentraciones, era Miguel Angel Lemme. Era conocida su simpatía por el peronismo y lo ponía de manifiesto, tan es así que cuando en la faz eliminatoria Argentinos Juniors jugó contra Independiente, cuando el partido agonizaba y Argentinos ganaba con lo justo por 2 a 1, el referí cobró un penal a favor de Independiente y se aprestaba a patearlo Marangoni, un número 5 que nunca fallaba.
Era conocido el apoyo de Marangoni al radicalismo y fue entonces que Lemme le comenzó a cantar la Marcha Peronista. Nunca se sabrá si eso lo puso nervioso o que pasó pero el arquero Vidallé le atajó el penal y los rojos de La Paternal quedaron clasificados para la siguiente ronda eliminando a los rojos de Avellaneda.
También se cuenta que Lemme en Japón estaba en el banco de suplentes y le rogaba al Director Técnico José Yudica que lo pusiese por unos minutos, sólo para cantar "la marchita" porque era su cábala. No lo hizo. Argentinos perdió el partido y la Copa Intercontinental.
Muchos lo recordamos con ojos brillosos, muy brillantes dado que volvimos atrás en ese túnel del tiempo que nos otorgó la vida.
Otros, los más jóvenes, abrevan en nuestros recuerdos y por y para ellos también estas líneas que quieren ser un medio de homenaje para nuestros jugadores en ese victorioso ayer, nuestro respetuoso recuerdo de hoy.
Argentinos Juniors siempre nos da satisfacciones tanto con ese equipo de lujo de ese ayer, con los que siempre y por siempre defienden nuestros colores aunque a veces la vida no nos sonría.
Es en estos días que nos encontramos, telefónicamente, viejos amigos y rememoramos esos momentos, amigos entre los cuales está ese Decano hincha de Argentinos que es Lito Tujschnaider quien viajó hasta Japón y que, por ende, también dio su presente en Calí y Asunción y que desgranó sabrosos recuerdos.
24 de octubre de 1965,
hace sólo treinta y cinco años,
hacen sólo siete lustros que dan lustre a un Equipo, a una Institución, a sus hinchas de siempre y por siempre.

estos siete lustros canto
ecordando aquel momento,
ran alegría y aliento,
en ese divino manto,
o se imaginan cuanto
alento y amor por los colores,
ntenso sentir los fulgores
acidos por esa Copa,
btenida con buena nota,
iete lustros, siete soles...