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4 de Noviembre 2020
MIENTRAS REALIZAN TAREAS SOLIDARIAS
Las murgas porteñas no saben
qué pasará con el Carnaval 2021
Escribe: Dafne Strobino Niedermaier
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Más de 100 agrupaciones murgueras presentaron al Gobierno de la Ciudad un protocolo ante el coronavirus para poder ensayar de cara al Carnaval 2021. Pero no se quedan quietas en tiempos de pandemia, organizan ollas populares, merenderos, entrega de viandas, reparto de bolsones de alimentos, productos de higiene y ropa para los vecinos que más lo necesitan.

El panorama para las murgas porteñas no es muy alentador, para los próximos festejos de Carnaval 2021 es muy posible que los corsos no puedan desarrollarse, aunque presentaron al Gobierno de la Ciudad un protocolo especial que busca proyectar y prepararse para la celebración del Carnaval, atentos a las restricciones que impone la pandemia de Covid-19 y priorizando el cuidado de la salud.

En estos momentos las murgas están realizando ollas populares, entrega de viandas y bolsones de alimentos; y hasta organizan merenderos. En total son 80 agrupaciones murgueras que llevan adelante esta tarea, que también incluye el reparto de productos de higiene y ropa. Todo este trabajo sirve para que más de 100.000 personas cubran sus necesidades básicas por mes en toda la Ciudad.
La movida fue organizada a través de las redes sociales, en los barrios y comunas. Las murgas responden de esta manera a las necesidades de miles de familias en medio de los efectos de la pandemia del coronavirus, y atendiendo a los cuidados del distanciamiento social y el uso de barbijo.

“Desde comienzos de la pandemia llevamos a cabo distintas tareas solidarias, y en estos momentos realizamos ollas, entregamos viandas y bolsones a más de 100.000 personas”, aseguró Carlos Díaz, delegado del Circuito de Agrupaciones de Carnaval de la Ciudad de Buenos Aires.
En la misma línea, Díaz precisó que “las agrupaciones de carnaval tenemos una función social, ahora y siempre, además de ser una expresión cultural del Carnaval, y conocer lo que pasa en nuestros barrios porque lo vivimos adentro de nuestras murgas”.

Una red murguera de ollas populares conformada durante estos meses de pandemia y al calor de la solidaridad barrial, permite intercambiar productos y donaciones que reciben de distintas organizaciones, como garrafas, alimentos y otros artículos de primera necesidad. Cuentan además con la ayuda de comercios de barrio como carnicerías, verdulerías y almacenes.
“Las murgas realizamos un relevamiento de las agrupaciones de Carnaval que estamos asistiendo a los vecinos con distintas actividades solidarias en este momento tan difícil, y hasta ahora somos 80 de distintos barrios que abarcamos todas las comunas”, añadió el representante de las murgas.
Agrupaciones de La Boca, San Telmo, Saavedra, Mataderos, Boedo, Parque Avellaneda, Villa Soldati, Villa Lugano, Colegiales, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Villa Devoto, entre otros, se fueron sumando a lo largo de estos meses, buscando paliar las necesidades de miles de familias que no encuentran una respuesta en organismos estatales.
Algunas murgas comenzaron a principios de la pandemia juntando y entregando bolsones con alimentos no perecederos, pero a medida que la necesidad se fue haciendo cada vez más urgente, empezaron a cocinar y a multiplicar la acción social con ollas en centros comunitarios, culturales, plazas, locales y galpones.“Estamos donde tenemos que estar”, aseguran las murgas.

Pero, además, la comunidad murguera busca proyectar y prepararse para la celebración del Carnaval 2021, atentos a las restricciones que impone la pandemia de Covid-19 y priorizando el cuidado de la salud, por eso redactaron un protocolo especial.

Las murgas porteñas se vienen reuniendo en forma virtual desde hace más de tres meses para analizar las posibilidades y modalidades del Carnaval, presentaron en los últimos días un Protocolo Covid-19 al Gobierno de la Ciudad para reactivar la práctica de los ensayos, cumpliendo con las normativas vigentes.

El objetivo es mantener vivos los festejos del dios Momo, la histórica y popular celebración, y seguir fomentando la identidad social y cultural de los barrios, con la ilusión de cada murga y de los 15 mil murgueros de la Ciudad, de seguir escribiendo la historia del Carnaval, aunque en el próximo febrero deban adaptarse al contexto actual.

El protocolo para el retorno a los ensayos de las agrupaciones murgueras plantea entre otras medidas, las referidas a los lugares, modalidad y tiempos de ensayos, uso de los instrumentos musicales, además del distanciamiento social preventivo y obligatorio, uso de tapabocas y sanitización individual y de los instrumentos en forma permanente.

En este marco, proponen ensayar en parques, plazas, plazoletas, anfiteatros, polideportivos y espacios al aire libre en general, donde los ensayos serán por bloques con una cantidad restringida de gente, mientras que, si se realizan en locales, salones, teatros u otros lugares cerrados es imprescindible además la sanitización del espacio antes, durante y posteriormente a la actividad, destaca el protocolo.