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1 de Diciembre 2017
PROYECTO PARA REGULAR LA ACTIVIDAD
Se habilitó la línea 147 para denuncias por mal desempeño
Escribe: Carolina Orrego
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Los espacios verdes de la Ciudad funcionan también como gimnasios a cielo abierto, donde toda clase de deportistas y docentes de educación física preparan a sus alumnos particulares. Hasta ahora, no tienen ningún requerimiento para ejercer su actividad. Pero un diputado de Confianza Pública presentó un proyecto en la Legislatura porteña para imponerles condiciones.

"La presente ley tiene por objeto establecer medidas de seguridad para la práctica de deportes en espacios públicos", se explica en la iniciativa, impulsada por el legislador Diego García Vilas.

El mayor cambio, si se aprueba la norma, es que los entrenadores personales deberán tramitar una licencia para poder trabajar en espacios públicos de la Ciudad. El proyecto los define como "profesionales que se encargan de guiar un entrenamiento físico en forma grupal o personalizada". Y pretende crear un registro de entrenadores en el ámbito de la Dirección General de Deporte Social y Desarrollo Deportivo, que depende de la Subsecretaría de Deportes porteña.

Para poder inscribirse en ese registro, los personal trainers deberán acreditar un título habilitante reconocido en la Ciudad como licenciados o profesores en educación física o preparadores físico. Además, tendrán que estar adheridos a un servicio de emergencias médicas. Y estarán obligados a contar con conocimientos de primeros auxilios y reanimación cardiorrespiratoria. Para esto último, deberán realizar cursos oficialmente reconocidos por la autoridad de aplicación y tendrán que actualizarse cada dos años.

Las obligaciones que se quieren imponer también alcanzan a los alumnos: el responsable del grupo o el entrenador tendrá que exigirles un certificado de aptitud física que tendrá una validez máxima de un año. Ese certificado deberá incluir los resultados de estudios electrocardiográficos.

"Es importante que la actividad esté supervisada por un profesional para evitar poner en riesgo la salud de las personas, ya que pueden provocarse lesiones musculares, óseas, articulares o bien correr un riesgo cardíaco", señala el texto del proyecto.

El Registro de Entrenadores Personales expedirá una licencia habilitante con vigencia de un año y entregará un botiquín de primeros auxilios. Quien obtenga esta licencia, deberá exhibirla en un lugar visible dentro del perímetro donde trabaja con sus alumnos.

Pero, además, el profesor deberá solicitarle al Gobierno porteño un permiso de uso del espacio público indicando el lugar donde entrenará a sus alumnos. Si no lo tiene, será sancionado de acuerdo al artículo 83 del Código Contravencional de la Ciudad, que se refiere al uso indebido del espacio público y establece multas de $ 500 a $ 1.000, o de $ 10.000 a $ 60.000 si la actividad se hace con un volumen o modalidad similar a la de un comercio establecido.