Con motivo de afianzar la igualdad entre los seres humanos, incluso la equidad entre géneros, en el día 8 de marzo se celebra en todo el mundo el “Día de la Mujer”. Este año, el tema propuesto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Día Internacional de la Mujer es “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la COVID-19”; celebra los enormes esfuerzos realizados por mujeres y niñas de todo el mundo a la hora de definir un futuro más igualitario, sin estereotipos ni violencia, y resalta las deficiencias que persisten.
Pero, esta aparente buena intención de plasmar en la conciencia de todos los individuos los valores igualitarios esconde el verdadero origen y razón de ser por el que un siglo atrás se instauró este día.
Esta jornada es a primera vista inocente y sin doble sentido, aunque en su origen fue un día de lucha, ambiguo y conflictivo. Pero con el pasar del tiempo su sentido fue cooptado por intereses político-económicos.
Las referencias sobre el origen de la celebración del 8 de marzo que se basan en el incendio de una fábrica en Nueva York con sus trabajadoras adentro o en la manifestación de las mismas son falsas debido a la manipulación de querer silenciar el verdadero origen de esta festividad. Hoy por hoy se festeja el “Día Internacional de la Mujer” y no “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, lo que estaría en mayor sintonía con lo que realmente dio motivo a la festividad. Es decir, que el nacimiento del “Día Internacional de la Mujer” debe ser encuadrado en un contexto histórico e ideológico mucho más amplio y complejo.
El Día Internacional de la Mujer, que tiene sus orígenes indiscutiblemente en el movimiento internacional de mujeres socialistas de finales del siglo XIX, tenía como finalidad exclusiva promover la lucha por el derecho al voto de la mujer, sin ningún tipo de restricción de riqueza, propiedades o educación.
En los primeros años del siglo XX, el “Día Internacional de la Mujer” se festejaba en fechas diferentes según los países. Pero en 1917 esto cambió.
La Revolución Rusa de 1917 tuvo una gran influencia a todos los niveles en el Día Internacional de la Mujer. Aunque el 8 de marzo se llevaba celebrando en Rusia desde 1914, en el año 1917 las mujeres rusas se amotinaron ante la falta de alimentos, dando inicio al proceso revolucionario que acabaría en el mes de octubre de ese mismo año con la instauración del gobierno comunista. Los acontecimientos del 8 de marzo de 1917 son importantes, no sólo porque dieron origen a la revolución y porque fueron protagonizados por mujeres, sino porque, según todo parece apuntar, esos sucesos fueron los que hicieron que el Día Internacional de la Mujer se pasara al celebrar sin más cambios el 8 de marzo.
Pero el grado de conflictividad que representaba ese día para el mundo occidental en plena guerra fría contra el comunismo queda plasmado en la proclama de las Naciones Unidas (fuertemente influenciada por Estados Unidos en contra de Rusia), que con ocasión de la celebración en 1975 del Año Internacional de la Mujer, ofreció una versión de los hechos que habían conducido al nacimiento del Día Internacional de la Mujer bastante simplificado. Es muy interesante resaltar que en ese breve informe se silencian de manera absoluta los sucesos vividos en Rusia en 1917 que precisamente fueron los que harían del 8 de marzo el día elegido para celebrar el Día Internacional de la Mujer.
Por tal motivo hay que retomar esa verdadera chispa originaria para lograr una real igualdad entre géneros; lo que claramente no se logrará con un solo día al año. El hecho de que exista un día en el año para celebrar a la mujer, no hace otra cosa que reafirmar que no son iguales a los hombres. Y contra esto hay que luchar. Muchas mujeres mueren por hacerse abortos clandestinos, trabajan por menos dinero que los hombres, son golpeadas, asesinadas, deben realizar los quehaceres domésticos incluso si trabajan. Pero, cada año, en su día recibirán una flor como premio para olvidar la opresión que la sociedad patriarcal le impone al sexo femenino.
Violencia de género:
En el Día Internacional de la Mujer, la erradicación de la violencia de género es uno de los ejes de los movimientos feministas a lo largo del mundo.
Según el Observatorio de Femicidios de la Defensoria del Pueblo de la Nación en el año 2020, se cometieron en Argentina 295 femicidios. A un promedio de cinco por semana y uno cada 29 horas. A estas cifras hay que sumarles las víctimas colaterales ya que como consecuencia de los asesinatos de estas mujeres 212 niños que quedaron sin sus madres.
En el 2021 la situación dista mucho de mejorar. El Registro Nacional de Femicidios, Femicidios Vinculados, Trans/Travesticidios, Lesbicidios y otras muertes violentas contabilizó en total en los dos primeros meses del año 47 femicidios, lo que arroja un promedio de uno cada 30 horas, que derivaron en que 55 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madre.