Distintos colectivos de artistas con diferentes trayectorias en los ámbitos de la gráfica y la creación audiovisual armaron Gloria Gráfica luego de la pandemia. En esa propiedad funcionó la imprenta de Cacho Blotta, vecino muy conocido en la zona, que abrió en 1975 hasta que en 2019 Cacho decidió cerrarla. El lugar queda en Avenida Elcano 4015, en el barrio de Villa Ortúzar.
En Gloria Gráfica se generan encuentros comunitarios de experimentación a través de talleres abiertos al público sobre técnicas de impresión, como así también jornadas de lectura de poesía, proyecciones de cine, charlas y ferias.
El nombre de Gloria Gráfica surgió por una gran guillotina que está instalada allí hace casi 50 años y da la bienvenida a las y los visitantes. Charlamos con Julián Bueno y Raquel Masci que nos contaron la historia de este espacio.

¿Cómo surge la idea de abrir Gloria Gráfica?

Julián: Cacho Blotta decidió cerrar la imprenta, vendió casi todas las máquinas. Le compré algunas máquinas y la tipografía, pero como él iba a alquilar nosotros nos llevamos las máquinas a otro lugar y nos agarra la pandemia, entonces, el proyecto que nosotros íbamos a hacer quedó suspendido. Cuando termina la pandemia, el lugar donde nosotros habíamos llevado las máquinas, nos pide que vaciemos el espacio, así que las trajimos de vuelta. Son máquinas grandes que son muy difíciles de mover.
Entonces surge la posibilidad de que Cacho nos alquile el lugar a nosotros y volvimos a traer las máquinas que nos habíamos llevado de acá. Ahí arranca todo el proyecto de Gloria Gráfica ya montado en este lugar, o sea, volvimos de donde salimos, pero con una impronta distinta.
No es una imprenta recuperada, si bien nosotros no hacemos trabajos de imprenta, sino que usamos esa tecnología, lo que nos interesaba conservar eran los tipos móviles, la tipografía de plomo y de madera como base para todo el proyecto de Gloria que incluye otro montón de cosas. Un montón de técnicas, de actividades, de movimiento alrededor de todo este espacio.

¿Cuál es la profesión de ustedes?

Julián: Yo tengo una experiencia gráfica de muchos años, pero en diarios, en rotativa, no en la parte de impresión, sino en todo lo que es la pre prensa y el control de calidad de impresión. Pero tipografía siempre había sido como un tema clave y que siempre me interesó.
Raquel: Soy diseñadora gráfica, pero me gusta más la parte de curaduría. Hago obra propia, pero prefiero la obra ajena y moverla. Mi formación es de artista.

¿Por qué se llama Gloria Gráfica?

Julián: El espacio se llama Gloria por la guillotina Gloria, que es una fábrica local e histórica de guillotinas. La nuestra tiene la centralidad en el espacio, cuando entras está la guillotina. Todos los que estuvimos en su momento barajando nombres finalmente nos decidimos por Gloria Gráfica.
Y también porque es un espacio que viene de un montón de ramas vinculadas a la gráfica y también al arte y la política porque la mayoría de los grupos que está acá tienen todo un recorrido hecho dentro del activismo donde la gráfica es una herramienta clave.
La idea es recuperar toda esa mística del activismo de 2000 - 2001. Que comenzó con HIJOS y los escraches, fue como una recuperación de toda esa historia muy interesante y reencontrar gente, que toda esa gente sigue activa. Ese también es uno de los objetivos de Gloria que es ver qué es lo que se está haciendo ahora con eso y qué aportamos nosotros.

¿Cuándo abrieron formalmente el espacio?

Julián: Vamos a cumplir 3 años en agosto. El primer año fue de acomodarse, el segundo estuvimos muy a tope y ahora este año estamos recalibrando las energías, un intermedio.
Raquel: Porque el último tiempo del segundo año no descansamos para nada. Este año vamos a hacer dos actividades al mes, pero no es tan fácil decir: vamos a hacer pocas actividades.
Antes de la pandemia hicimos una fiesta de tres días con exposición, ahí me sumo con Resistencias Tipográficas y un montón de otros colectivos, hicimos como un fin de semana de despedida de la imprenta en funcionamiento.
Viene la pandemia, pasa año, año y pico que no se puede hacer nada e hicimos otra vez esa jornada con la vuelta para otra vez alquilar y vender las cosas. Esa jornada salió tan bien, además estábamos todos con tantas ganas de ver gente después de la pandemia, así que se estiró dos, tres fines de semana. Y en un momento nos juntamos algunos que quedábamos, cuando ya había que entregar acá y pensamos en la posibilidad de alquilar este lugar. Nos cerró a todos y acá estamos. También en esas jornadas estuvo Vicente Zito Lema que fue como de las últimas apariciones que tuvo, estuvo leyendo poesía. Tuvimos el honor de tenerlo un día acá.

¿Cómo es el funcionamiento de Gloria Gráfica? ¿Cuántos son en el colectivo?

Julián: El grupo viene de distintos ámbitos. Funcionamos todos juntos, no funcionamos como un colectivo, pero está la gente del Laboratorio Audiovisual Comunitario, algunos pertenecen al TPS (Taller Popular de Serigrafía), hay gente del GAC (Grupo de Arte Callejero), gente de Resistencia Tipográficas, hay un emprendimiento editorial y otro grupo Aurora Polaris, también gente de Tinta Limón. Es como un lugar donde confluimos todos y hacemos algunas cosas juntos, y también lo tenemos como un lugar para el trabajo particular de cada uno.
Raquel: Funciona como taller de cada uno y después también vamos inventando actividades abiertas, vamos haciendo obra juntos, de a poco.

¿Qué actividades realizan?

Julián: El espacio es para uso múltiple, hacemos proyecciones tipo cineclub y 16 mm, en fílmico. Tenemos la parte del taller con las máquinas y la tipografía de plomo. Hacemos también taller de tipografía. De lo que es impresión, hacemos tipografía, serigrafía, tenemos máquinas de offset que todavía no están en marcha, pero básicamente hacemos tipografía, serigrafía y grabado de lo que es impresión.
Raquel: Las actividades las armamos cuando pintan. El año pasado, un domingo por mes proyectábamos en 16 mm, hicimos muestras, fiestas porque sí, porque hay que festejar un poco. Hicimos algunos encuentros de Arte Correo acá y de collage también, presentaciones de libros, algunos talleres. Los talleres no son fijos porque los dan artistas que no somos nosotros. Siempre tenemos alguna muestra nuestra.
Julián: Una actividad que tenemos bastante fija son los talleres de tipografía, de experimentación tipográfica que los damos con Javier Alba de Magia Negra de La Plata. Es una jornada completa donde se trabaja con tipografía de madera y se imprime en unas máquinas que imprimen de a una hoja, se trabaja durante toda la jornada en el desarrollo de una pieza que después del taller cada persona se lleva.
Está bueno porque es un taller que es interesante para la gente que quiere una primera toma de contacto con la tipografía, pero también para artistas que quieren venir a trabajar con ese tipo de material. Esos talleres en general durante el año pasado se fueron dando con alguna regularidad una vez por mes o cada mes y medio. Y este año lo vamos a retomar en abril.
Raquel: Además, como un subgrupo dentro del grupo que nos llamamos Ficciones Económicas, hicimos toda una serie de charlas sobre economía, muestra y este año vamos a seguir con esa temática en particular.
También participamos de la confección de una baldosa por la memoria que se hizo acá junto a la Comisión de la Memoria de la Comuna 15.
Julián: En marzo participamos de la primera Feria del Libro de Derechos Humanos que se realizó en la ex ESMA. Salió muy bien, fue mucha gente, una hermosa experiencia.

¿Participaron de SACH (Se Agrandó Chacarita)?

Raquel: Sí, porque estamos cerca de Chacarita. Algunos compañeros como Diego también participamos en La Gran Paternal en un encuentro de libretas. Porque yo organizo encuentros de Arte Correo y ese encuentro de libretas lo habíamos armado con Franc Paredes para una muestra de él y la fuimos repitiendo.
¿Tienen algún proyecto, un sueño más grande que quieran realizar y todavía no lo hicieron?

Julián: Creo que el desafío más grande es poder calibrar un poco el esfuerzo que nos lleva a hacer las cosas. Hasta ahora todas las actividades que nosotros fuimos desarrollando de una forma u otra cumplieron sus objetivos, funcionaron, nos salieron bien en los objetivos que nosotros nos habíamos planteado.
Este año tenemos la idea, en vez de hacer varios talleres, poder armar un programa de estudio más formal para desarrollar ordenadamente a lo largo de una cantidad de meses, que todavía no sabemos cuántos, si tres, cuatro, seis meses. Entonces estamos trabajando en un programa un poco más estructurado, aprovechando todos los recursos de conocimiento que nosotros tenemos más el lugar, toda la gente que pasa por acá que está vinculada a Gloria Gráfica es gente que tiene mucha experiencia, muchos años, mucho desarrollo, no es gente improvisada ni gente que esté empezando a hacer algo. Aprovechar ese capital de conocimiento, ese bagaje que tiene todo el equipo y tanto de la práctica, del arte y la política y la teoría, es un grupo alrededor de Gloria muy importante y muy sólido en ese sentido. Creo que podemos organizar un plan para aportarle eso a la comunidad. Ese es un poco el proyecto nuestro para este año.
Raquel: Quizás armar una editorial también, pero algo vamos a editar, si no sale la editorial van a salir fanzines, algo va a salir seguro.
A nivel personal lo que me gustaría conseguir con este lugar, que quizás no nos da tiempo, es aprender un poco de cada uno de mis compañeros, como poder practicar un poco más las técnicas, poder ponernos a trabajar un poco más y poder enriquecernos uno del otro, compartir técnicas, pero a veces los tiempos no te dan. Yo no trabajo bien serigrafía, por ejemplo. Una compañera hace papel marmolado, un poco más de eso que el ritmo del año pasado no nos permitió.
Julián: Y recuperar un poco la parte de taller. Por eso decíamos de recalibrar un poco la intensidad de las cosas que hacemos para afuera o que hacemos más organizadamente y poder recuperar algo de esa espacio de taller que requiere otro tiempo, otra energía, necesitás estar.

Contacto
Instagram: @gloria_grafica
Av. Elcano 4015