El Estadio Diego Armando Maradona volvió a latir como en aquellos días de gloria. A 15 años de una de las gestas más épicas de nuestra historia, el mundo Argentinos vivió una noche cargada de emoción, memoria y orgullo. Se presentó “4-3, El Día de la Victoria”, un documental y libro que inmortaliza la histórica remontada frente a Independiente en el Clausura 2010, ese partido que encendió la llama del campeonato y que nos llevó a bordar la quinta estrella en el pecho.
Muchísima gente se acercó al templo de La Paternal para revivir el partido más emocionante jamás disputado en casa. Porque ese 4 a 3 no fue solo un resultado: fue un grito de corazón, un salto al vacío con destino de gloria, una postal eterna que quedó tatuada en cada hincha del Bicho.
Con entrada libre y gratuita, y en el marco del ciclo “Argentinos Escribe” organizado por la Secretaría de Cultura del club, se homenajeó como se debe a los héroes de aquella jornada inolvidable. Cuerpo técnico, jugadores, testigos y protagonistas se dieron cita en el mismo césped donde hace tres lustros se escribió una de las páginas más vibrantes de nuestro fútbol.
El proyecto, ideado y llevado adelante por los periodistas Diego Santonovich, Diego Lombardi y Hernán Russo Zyseskind, incluye más de 20 entrevistas exclusivas que reconstruyen ese día mágico desde adentro, con la voz de quienes dejaron todo en la cancha.
“Cientos de hinchas del Bicho conocieron el libro y el documental sobre los que trabajamos durante tanto tiempo, nada menos que en el lugar de los hechos y junto a los protagonistas del triunfo más emotivo de la historia del Estadio Diego Armando Maradona”, expresaron con emoción los autores.
Y agregaron: “Fue nuestro humilde homenaje a los héroes del 9 de mayo de 2010. Los campeones recibieron el reconocimiento y el cariño merecido por los hinchas. Gracias a todos los que hicieron posible esta jornada repleta de emociones”.
Hubo aplausos, abrazos, lágrimas y recuerdos. Porque el tiempo puede pasar, pero hay noches que se quedan a vivir para siempre. Y la del viernes fue una de esas.
“Gracias al club, al presidente Cristian Malaspina, al área de Cultura y especialmente a Sergio Rapoport, por hacer posible este homenaje a nuestra historia”.
Cuatro historias incluidas en el libro.
Capítulo 1: “Que de la mano del Bichi Borghi”
Embarcado en recuerdos, Borghi abre la puerta, se anima y hasta muestra el pizarrón: “En esa previa también habíamos hablado del Tolo Gallego, cómo dirigía a Independiente: a partir de ganar él solía hacer algunos cambios que indicaban que su equipo se iba a defender más que a atacar. Se dio un conjunto de todo: el resultado, cómo se vivió... Me acuerdo de que el Gordo Núñez pateaba al arco, era peligroso y nos pedía perdón: en un momento le dije ‘no ofrezcas más disculpas pero no patees más, jeee’. Y dentro del plantel que teníamos, con algunas bajas como las de Sosa, Coria y Hernández, y chicos que todavía no habían debutado o tenían poco rodaje, sabíamos que, por ejemplo, contábamos con Canuto, quien tenía dos virtudes. Nunca tuvimos la desgracia de perder a los dos arqueros, pero Canuto atajaba bien, muy bien atajaba; y era un jugador muy bueno técnicamente. Jamás lo soñé de 10, pero viste cuando mirás para todos lados y ves que no tenés opciones para lo que necesitás. Y en el partido veníamos de perder a Peric, por quien entró el Negro Ojeda, que tuvo que bancarse que le hicieran un gol olímpico. Esos son mensajes que te liquidan: perdí un jugador, metí el cambio y el que entra y necesita confianza sufre un gol olímpico. Con cosas así decís ‘estamos liquidados, no hay posibilidades’. Pero después pasa de todo: el Tolo saca al Gordo Núñez, Mareque quiere salir jugando y llega el gol de Caruzzo. La ventaja y desventaja que tiene la cancha de Argentinos es que tenés todo al lado: desventaja cuando te va mal porque escuchás todo lo que pasa. Ventaja porque mirás para atrás del banco de suplentes y tenés al tipo emocionado”.
LA CHARLA TÉCNICA MÁS SALVAJE
Capítulo 2: “Y la vida nunca más nos separó”
Oveja Prósperi narra la anécdota entre risas: “Al jugar nosotros por los dos costados, Bichi nos daba la libertad de que decidiéramos dentro de la cancha si rotábamos o nos manteníamos, dependiendo de cómo atacara el rival: si iban más por el lado de Cache -Oberman-, cambiábamos así yo marcaba más y él se soltaba por el otro frente. Con eso claro, cuando nos daba la última charla iba nombrando a los titulares y decía: ‘Vamos a formar así ta ta ta ta, Cachete por izquierda y Oveja por derecha pero, Cache, vos ya sabés, si quieren cambiar en algún momento lo manejan ustedes, total Oveja juega mal de los dos lados. ¡Incluso antes del partido con Huracán, el más importante de nuestras carreras en ese momento, decía cosas como esa!”.
MARADONA SIEMPRE ESTUVO CERCA
Capítulo 4: La magia del 10 siempre presente
Diego Maradona solía ir a ver partidos de Argentinos con su familia y esa tarde no podía faltar. Oberman señaló: “Sabíamos que Diego iba a la cancha y lo sentíamos cerca, todavía me sigue pasando, por los momentos que tuve la suerte de compartir con él. Diego es Argentinos y Argentinos es Diego. Es un orgullo ser parte de la historia del Semillero del Mundo, ser de Argentinos, haberme criado futbolísticamente en un club reconocido mundialmente.
EL GOLEADOR MENOS PENSADO
Capítulo 8: Sobre superhéroes y tumbas
Juan Sabia, autor del tercer gol, que significó el 3-3 transitorio a segundos de que se cumpliera el tiempo reglamentario, recuerda: “A Borghi le gustaba hacer definiciones. Él era muy abierto a darles la chance de patear a todos los que estaban bien físicamente, sea mediocampista o defensor. Entonces me sumaba ya que nunca me pasaba nada, ni un resfrío tenía, y podía continuar con esa parte del entrenamiento. Bichi me enseñó muchas cosas. Practicamos mucho la definición, a terminar la jugada. Claudio nos hacia patear de zurda, de derecha, y tenía razón. Fue un gran mérito de él. En mi lugar en la cancha puedo parar la pelota, acomodarme para mi pierna hábil y tocar pero en el área rival no hay tiempo, hay que terminar la jugada. Eso hice apenas vi la pelota, busqué definir y se clavó arriba”.