El pasado miércoles 4 de junio, el Centro de Día Carlos Gardel celebró su 30° aniversario con un emotivo acto en su sede actual, ubicada en el CEMAR 1 del barrio de La Paternal. En reconocimiento a su extensa trayectoria en la atención y prevención de consumos problemáticos, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires descubrió una placa conmemorativa que destaca su aporte clave a la salud pública porteña.

El evento reunió a referentes institucionales, trabajadores de la salud, vecinos y autoridades. El legislador Juan Pablo O’Dezaille —impulsor del reconocimiento— encabezó la ceremonia y subrayó la importancia del rol del Estado en el acompañamiento de las personas que atraviesan situaciones de consumo problemático.

“Celebramos más que una trayectoria institucional: celebramos un compromiso humano. Es fundamental destacar el trabajo cotidiano de quienes, desde la salud pública, construyen un Estado presente que acompaña, escucha y contiene”, expresó O’Dezaille, miembro del bloque Unión por la Patria.

También tomaron la palabra el Dr. Pablo Presa, jefe del CEMAR 1; Carlos Herbon, coordinador del centro; y el Dr. Gabriel Battistella, subsecretario de Atención Primaria del Ministerio de Salud.

Tres décadas de trabajo con perspectiva comunitaria y derechos humanos

Fundado en 1994 en el barrio del Abasto, el Centro Carlos Gardel fue pionero en la atención ambulatoria de personas con consumos problemáticos fuera del ámbito hospitalario. Forma parte de la Red Metropolitana de Servicios en Adicciones (RMSA) del Gobierno porteño y desde 2018 funciona de manera integrada en el CEMAR 1.

A lo largo de estos 30 años, ha construido un modelo de atención centrado en el acompañamiento clínico individual y grupal, articulado con talleres, dispositivos comunitarios y una perspectiva de reducción de daños. No exige la abstinencia como condición de ingreso ni como único criterio de cura, y concibe la salud como un derecho humano inalienable.

Su propuesta clínica se sostiene desde el psicoanálisis, con un enfoque interdisciplinario que integra dimensiones sociales, culturales y comunitarias.

Formación, prevención y comunidad

Además de su labor asistencial, el Gardel se ha consolidado como un espacio de formación y producción de conocimiento. Realiza seminarios, cursos y ofrece prácticas a estudiantes de la Universidad de Buenos Aires, residentes y concurrentes del sistema de salud, tanto de la Ciudad como de otras provincias.

El equipo también ha desarrollado una fuerte línea de prevención, trabajando junto a organizaciones sociales y barriales. Fruto de estas experiencias, el centro ha publicado tres libros que recopilan su trayectoria y sus abordajes clínicos:

• Clínica Institucional en Toxicomanías

• Una cita con el Centro Carlos Gardel

• Consumos problemáticos: un trabajo en curso

  
  

“Su primera locación fue un inmueble inhóspito y precario que dependía de la Dirección General de la Mujer. El Carlos Gardel fue el primero con dedicación específica en el campo del uso de drogas por fuera de un hospital o centro de salud en el ámbito de la entonces Secretaría de Salud de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Contaba, en sus inicios, con dos áreas: Hospital de Día y Consultorios Externos. De esa manera, se disponía de una diversidad de herramientas clínicas para una población heterogénea. Diversos factores socio económicos en conjunción con limitaciones del sistema llevaron a que luego se implementara una modalidad de atención que denominamos ambulatorio ampliado: un tratamiento con espacios individuales, grupales, y con instancias colectivas en forma de talleres. La sede del centro fue objeto de sucesivos traslados, hasta llegar en agosto de 2018 a la actual sede en el Cemar 1, en el barrio de La Paternal”, se menciona sobre su presente.

“El Gardel tiene como premisa fundamental que la salud es un bien público y un derecho humano, por lo tanto, las personas usuarias de sustancias psicoactivas tienen derecho a ser atendidas en forma igualitaria por el Sistema de Salud, en tiempo y forma, sin ser objeto de discriminación alguna y con el máximo respeto a la personalidad, dignidad humana e intimidad. No exige la suspensión del consumo como condición de ingreso al tratamiento, ni plantea la abstinencia como único criterio de cura. Fundamenta su práctica clínica en sostener la ambigüedad que subyace al consumo de sustancias: la del remedio y/o veneno”, resalta la defensa del homenaje.

“A lo largo de estos 30 años, además de asistencia clínica, los profesionales del Centro Carlos Gardel han desarrollado notablemente el área de prevención, realizando gran cantidad de tareas ya sea en forma directa con la población, como en conjunción o brindando soporte a diversas organizaciones e instituciones de la comunidad. Remarcamos además la participación de profesionales del equipo en jornadas, que han llevado las premisas del trabajo del Carlos Gardel. También hay que señalar el fuerte énfasis que se le ha dado al área de formación y capacitación. Cientos de estudiantes y profesionales han pasado como alumnos de cursos, primeras prácticas universitarias, rotaciones como concurrentes o residentes tanto del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como de otras localidades del país. El equipo del Carlos Gardel publicó tres libros: “Clínica Institucional en toxicomanías “, “Una cita con el Centro Carlos Gardel: Adicciones: del fantasma del flagelo a la dimensión de la pregunta”, y “Consumos problemáticos: un trabajo en curso””, concluye la Resolución.

Sus horarios de atención son de lunes a viernes de 8 a 15 hs. Las admisiones se realizan los lunes y martes de 9 a 12 hs.